El curso de la escuela de golf para discapacitados cierra sus puertas para disfrutar del verano y del buen tiempo. Ha sido un año de trabajo y esfuerzo para sus alumnos pero ahora toca descansar.

El evento de clausura ha tenido lugar en el Club de Golf Alenda donde los alumnos han dado su última clase acompañados de profesores, familiares y representantes de las entidades colaboradoras con el proyecto como Antonio Perán de la Fundación Juán Perán-pikolinos; Javier Borja, Director de Alenda Club de Golf; César Tomás, Gestor Deportivo de la Universidad Miguel Hernández; el Director General de la Fundació de L’Esport Il•lictà, Fernando Jaén y Tomás Espinosa Gerente de ésta.

Los  20 chicos y chicas que entrenan esta modalidad todas las semanas demostraron en la hierba todo lo que han aprendido de la mano de Castro y Juan Carlos Martínez, dos grandes profesionales del golf. “Desde el inicio de curso se pueden observar los avances que han hecho, especialmente en coordinación y disciplina” afirmaron ambos profesores.

La finalidad de este proyecto es prepararlos para que compitan con otras escuelas españolas de golf para disminuidos físicos y psíquicos. “Estamos con los alumnos desde hace dos años y observando los progresos que están realizando, en dos años ya podrán competir” afirmaba el profesor Castro.
 
Después de una tarde de trabajo y alguna que otra risa, se han despedido de sus compañeros con una merienda para recuperar la energía y seguir con ese buen humor que tanto les caracteriza. 

La jornada ha concluido con entrañables abrazos y con muchas ganas de continuar el año que viene. Además, la Fundación Juan Perán-Pikolinos les ha hecho entrega de una bolsa con una gorra y una camiseta que han recibido con mucha ilusión.