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El 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, una oportunidad para reflexionar sobre la importancia del bienestar emocional y psicológico en nuestras vidas. La salud mental, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), no es solo la ausencia de enfermedades, sino un estado de completo bienestar físico, mental y social. Cuidar de nuestra mente es tan crucial como cuidar de nuestro cuerpo, y en el contexto universitario, donde el estrés académico y laboral está a la orden del día, esta tarea se vuelve aún más vital.
¿Qué es la salud mental?
La salud mental implica la capacidad de manejar el estrés, trabajar de manera productiva y contribuir positivamente a la comunidad. Mantener el equilibrio entre nuestras emociones, pensamientos y comportamientos es esencial para una vida plena. Además, investigaciones en psicología positiva, como las de Piqueras y Falcó (2020), destacan que ciertas competencias socioemocionales, como la resiliencia y la inteligencia emocional, actúan como un escudo frente a situaciones estresantes.
Factores de riesgo y protección
Es importante identificar tanto los factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir problemas de salud mental, como los que nos ayudan a proteger nuestro bienestar emocional. Entre los factores de riesgo se encuentran las experiencias traumáticas, el estrés crónico y el abuso de sustancias, mientras que los factores de protección incluyen la resiliencia, la autoconciencia y el apoyo social.
El modelo de Covitalidad de Furlong et al. (2024) señala que la autoeficacia, la competencia emocional y una actitud positiva ante la vida son claves para fortalecer la salud mental. Mantener relaciones saludables, establecer límites y encontrar tiempo para uno mismo/a son prácticas fundamentales que pueden marcar la diferencia en nuestra calidad de vida.
Recomendaciones para un bienestar emocional integral
- Cuida tu cuerpo: Mantén hábitos saludables como una alimentación balanceada, ejercicio físico regular y suficiente descanso.
- Practica la compasión y autocompasión: Aprende a aceptar tus imperfecciones y sé amable contigo mismo/a.
- Maneja el estrés: Desarrolla estrategias como la meditación, la respiración profunda, el yoga o la práctica de técnicas específicas de relajación
- Establece metas realistas: Trabaja de manera constante hacia tus objetivos y celebra cada pequeño logro.
- Busca ayuda cuando la necesites: No dudes en pedir apoyo si te sientes abrumado/a. Hablar con alguien de confianza o un profesional de salud mental puede marcar una gran diferencia.
Rompiendo estigmas
Aunando fuerzas, podemos romper los estigmas que rodean a los problemas de salud mental y construir un entorno más comprensivo y solidario. Recuerda, pedir ayuda es un signo de fortaleza, y cuidar de tu bienestar emocional es esencial para llevar una vida plena y feliz.
Este 10 de octubre, toma un momento para reflexionar sobre tu salud mental y considera qué pasos puedes dar para mejorar tu bienestar emocional.
¡Vive SaludableMENTE!